miércoles, 11 de febrero de 2009

La economía agraria reduce los efectos de la crisis en los pueblos del Campo de Montiel

Entusiasmo en Torre de Juan Abad, por el inicio de la andadura de la Mancomunidad “Cuna del Quijote”
[Canfali 11/02/08]

La lucha diaria por atender las necesidades del pueblo, a menudo a contracorriente cuando es preciso recurrir a instancias gobernadas por distinto signo político, volvió a ser la tónica de 2008 en la gestión del municipio de Torre de Juan Abad, según declara su alcalde, Emilio Molina. La normativa que regula la concesión de subvenciones a ayuntamientos, cuando de atender urgencias se trata, es un obstáculo por el que se lamenta este edil. Los destrozos causados en los caminos rurales por las lluvias de los últimos meses, han sido evaluados en unos 90.000 euros. Un presupuesto al que la Diputación Provincial se compromete a contribuir con 25.000 euros, siempre que el Ayuntamiento justifique el gasto total, lo que le obliga a asumir un inasequible gasto de 65.000 euros.
A Torre de Juan Abad, como a cada uno de los más de nueve mil municipios españoles, tiene que llegar en el primer trimestre de 2009, el dinero del Fondo Estatal de Inversión Pública, creado por el gobierno para combatir el desempleo. Para La Torre, con arreglo a sus 1.500 habitantes, hay 229.377 euros. El Consistorio propondrá al Estado tres proyectos: uno de interés urbanístico, otro de instalaciones deportivas y un tercero dirigido a crear una infraestructura socio-cultural. “La prioridad es intentar que las tres obras las hagan empresas del pueblo”, admite Molina.
Pero la crisis, palabra que define la actualidad de la economía en España y en el mundo, se ceba menos con municipios cuya renta, de hecho, no proviene de sectores industriales. “Aquí no tenemos industria ni tampoco dependemos de la construcción”. El sector agrario es la base del pueblo, cimentada en los cultivos del olivar, la vid y el cereal (por este orden de importancia). En los tres las cosechas serán abundantes, y en el primero y tercero, el productor se defiende con precios dignos. No así tanto con la producción de uva. Todo lo cual ha evitado que en La Torre y en otros pueblos de una comarca ciertamente deprimida de la provincia de Ciudad Real, el paro haya crecido con la desmesura que lo está haciendo en los grandes núcleos urbanos. “Tampoco observamos que haya muchos vecinos, trabajadores en grandes localidades, que hayan quedado sin empleo”, añade Molina. La cruz de la moneda es la delicada situación por la que atraviesa la cooperativa del campo de Torre de Juan Abad, cuyo futuro podría pasar por su absorción a cargo de la cooperativa de Villanueva de los Infantes.

Aprender de los errores

La constitución, el pasado mes de octubre, de la Mancomunidad de Servicios del Campo de Montiel “Cuna del Quijote”, es una de las grandes novedades a las que se han enfrentado los catorce municipios que conforman la nueva entidad, entre los cuales Torre de Juan Abad adquiere el protagonismo de haber asumido la vicepresidencia cuarta. Aprender de errores pasados, como los que han acabado finiquitando la Mancomunidad de Servicios del Jabalón, Manserja (a la que pertenecían las mayoría de estos pueblos), será una premisa para consolidar una unión fuerte y duradera, capaz de mejorar los servicios y por ende la calidad de vida de unos de 20.000 habitantes del cuadrante suroriental de la provincia.
No incurrir en esos mismos “errores”, para Emilio Molina, supone “no cargarnos de personal” y “no politizar” la entidad. Lo único que el alcalde de La Torre lamenta es que esta iniciativa no lleve varios años funcionando. “Villanueva de los Infantes debería haber liderado la comarca del Campo de Montiel, desde que decidió salirse de Manserja”, manifiesta.
Los planes de esta localidad para 2009 se centran en la necesidad de remodelar el edificio del antiguo centro de salud, creando nuevas dependencias para el archivo municipal. Otro importante motivo de preocupación es la urgencia por renovar las redes de suministro de agua potable y de saneamiento, que aun registran la pérdida de grandes volúmenes de líquido. Todo ello unido a que el servicio de depuración de aguas residuales se ha encarecido hasta el límite de lo soportable por las arcas municipales. El gobierno local trata de gestionar que asuma el servicio la empresa pública Aguas de Castilla La Mancha.
Torre de Juan Abad tiene aún una tercera rémora: la Casa de Don Fernando; edificio solariego de valor histórico, casi monumental, pero cuyo mantenimiento y/o explotación como recurso turístico desbordan las posibilidades del Ayuntamiento. Procurar su uso como alojamiento ocasional, al albur de la temporada de caza o de la creciente actividad cultural que genera la Torre, gracias a la Casa Cultura de Francisco de Quevedo y a los conciertos del Órgano Barroco de la Iglesia Parroquial, son hoy toda una quimera, que precisaría de un apoyo decidido de la Junta de Comunidades para hacerse realidad. Pero de momento, la propuesta hecha en su día al director general de Turismo de Castilla La Mancha no ha obtenido respuesta.
En 2009, una de las principales obras que acometerá al Ayuntamiento será el acondicionamiento de la piscina pública, en cuyo proyecto se invertirán 125.000 euros procedentes del Plan Cuatrienal de Infraestructuras Deportivas de Castilla La Mancha.

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